Liga vence al líder con doblete de Narciso Mina

QUITO. El atacante albo Narciso Mina (c) celebra tras su primera anotación en el duelo ante Independiente del Valle, este domingo en Casa Blanca. Alfredo Cárdenas
QUITO. El atacante albo Narciso Mina (c) celebra tras su primera anotación en el duelo ante Independiente del Valle, este domingo en Casa Blanca. Alfredo Cárdenas

Con un doblte de Narciso Mina, Liga de Quito doblegó este sábado 2-0 al líder del campeonato nacional, Independiente del Valle, y se colocó segundo en el tabla, a tres puntos de la cima.

En el primer tiempo ambos equipos sufrieron bajas sensibles por lesión (Ayala, en Independiente; y Vera, en Liga), pero fue el local quien además, con la atención de su arquero Alexander Domínguez, supo manejar el encuentro y en el segundo tiempo encontró el gol.

El primer tanto fue gracias a un exquisito cabezazo de Mina, el segundo lo concretó el mismo jugador, desde la vía del penal.

En el minuto 53, un centro preciso de Hólger Matamoros desde la banda derecha fue conectado por Mina y nada pudo hacer Azcona ante el gran gesto técnico del atacante ecuatoriano.

A los 73m, tras un tiro de esquina, el defensor Norbero Araujo fue derribado dentro del área y el árbitro determinó la falta penal.

Mina colocó su remate hacia el lado izquierdo del arquero y amplió la ventaja para el conjunto dirigido por Luis Zubeldía.

La felicidad que exteriorizó Luis Zubeldía, estratega de Liga de Quito, después del triunfo sobre Independiente, parecía inacabable. El argentino se abrazó casi con todos sus dirigidos.

Apenas dio por terminado el juego el árbitro Omar Ponce, a quien lo elogió en la rueda de prensa –dijo que el trabajo del juez fue “casi perfecto”–, el entrenador azucena salió de la zona técnica para felicitar a los futbolistas albos. El estrechón más extenso de Zubeldía, de lo que se pudo observar, fue con el arquero Alexander Domínguez.

La emoción de Zubeldía se explica porque su escuadra se impuso de forma merecida, conservó un invicto de once juegos (Liga debe enfrentar a Barcelona en un duelo diferido), subió al segundo lugar y sobre todo acortó a 3 unidades la distancia con el líder del torneo (26 a 23), Independiente.

Deportivo Quito y Barcelona disputarán este lunes (19:00) el último partido de la fecha, mientras que el encuentro entre Deportivo Cuenca y el bicampeón Emelec fue diferido. (D)

FORMACIONES:

Liga de Quito: Domínguez; Madrid, Araujo, Romero, Estupiñán (Matamoros, 46m); Vera (Cevallos, 26m), Hidalgo; Quinteros, Quiñónez (Castillo, 87m), Morales; Mina. DT: Luis Zubeldía.

Independiente: Azcona; Pineida; Mina, Caicedo, Ayala (León, 4m); Arroyo, Orejuela; Caballero (J. Angulo, 59m), Cortez (Ferreira, 59m), Cabezas; D. Angulo. DT: Pablo Repetto.

Árbitro: Omar Ponce. Amonestó a Cevallos (46m), de Liga (Q); Caballero (38m), Cortez (46m), Ferreira (90m), del Independiente.

Incidencias: Partido de la fecha 12 de la serie A, jugado en el estadio Casa Blanca ante 18.321 aficionados, quienes dejaron una recaudación de $ 80.937.

Cómo nació la disciplina del judo en el Ecuador

Muy emotivo fue el diálogo con Roberto Bitar Mahuad, vigoroso personaje en el campo de la educación, del deporte y de la ingeniería, y mientras transcurría la tertulia expuso remembranzas del judo, deporte que lo encaminó a ser cuarto dan kodokan y que lo practica hasta ahora, para no perder el estado físico y mental que entrega este insigne deporte a sus ejercitantes.

Al despedirnos, expresó: “Te voy a enviar un libro sobre el judo de Guayaquil, escrito por David Freire, cuarto dan kodokan”. Efectivamente, en tres días la obra estaba en nuestro poder y la lectura es impresionante en cada una de sus 34 páginas sobre este deporte olímpico.

¿Quién mentalizó el judo en el mundo? La historia identifica al profesor Jigoro Kano, en 1882, y en su abrillantada rectitud ha dejado innumerables enseñanzas y consejos que aún perduran, entre los principales: “Dentro de un dojo no existen diferencias sociales, ni religiosas, ni políticas; la única diferencia es el color de los cinturones”. “Un hombre con ideas es fuerte, pero un hombre con ideales es invencible” y “nunca te enorgullezcas de haber vencido a un adversario; el que venciste hoy podrá derrotarte mañana”.

La semilla del judo la sembró en Guayaquil el profesor holandés Johan Moes, segundo dan kodokan, quien llegó por razones laborales en la década del cincuenta; todo un maestro para masificar su doctrina, que fue receptada por sus primeros alumnos: Agustín Arroyo Yerovi, Juan Carlos Faidutti, Jorge Delgado Bermúdez y Roberto Bitar Mahuad, que deben ser considerados misioneros del judo en el Ecuador. Estos disciplinados deportistas fueron quienes difundieron con perseverancia y constancia la práctica del judo en los establecimientos educativos y en los dojos de clubes y academias, para encontrar los talentos de esta disciplina con jerarquía internacional.

Y aparecieron valores que destacaron por su pundonor, coraje y valor mental y espiritual como: Johnny Filian, Jorge Nazri, Enrique Weisson, Mike Zeller, Luis Bitar, David Freire, Jorge Ponce, Édgar López, Juan Carlos Nebel, Leonardo Suárez, Wladimiro Álvarez, Manuel Baquerizo, Ottón Chávez, Gabriel Noboa, José María Baquerizo, Orlando Ortega, Johnny Mackay, Gastón Pacheco, Sonia Carabajo, María Cangá, Jimmy Arévalo, Fernando Ibáñez, Roberto Ibáñez García, Juan López, Geoconda Bajaña, Roberto Ibáñez Romero, José Rosado, Carlos y Roberto Dañín, José Decimavilla, George Balseca y otros que hicieron historia y los que están destacándose en el camino de los vencedores para subir al podio.

Gracias, Roberto, por la entrega de esta valiosa obra y felicitaciones a su autor, David, quien con mucha sabiduría y capacidad da a conocer el inicio y el presente de este deporte, que ha engrandecido con sus logros al país.

El judo, a más de tener sus templos en los gloriosos tatamis, necesita de las letras para su difusión… (O)

Clubes y selección, mundos diferentes

«El fútbol uruguayo está en el sótano de América. Campeón continental desde el 2011 a nivel de selecciones y octavo en el ranking FIFA, la realidad del fútbol de cabotaje es muy diferente a la internacional y lo está demostrando la actual Libertadores”, escribe el periodista Daniel Rosa en el diario El País, de Montevideo, en un artículo titulado ‘En el fondo de la tabla’.

Y desarrolla a continuación una original y sorprendente estadística a raíz de la pobre actuación de los equipos uruguayos en la Copa. “Uruguay es el décimo país entre once en la tabla global del certamen continental, con solo 10 puntos obtenidos en 10 partidos”, refiere sombríamente el cronista.

La tabla es encabezada por los equipos de Argentina con 47 puntos y siguen los de Brasil con 37. Luego, muy distanciados, los de Bolivia con 18, Chile 16, México 14, Ecuador y Paraguay 13, Colombia 12, Perú 11, Uruguay 10 y cierran los de Venezuela con 7.

Justo es remarcar que los argentinos participan con 6 clubes, por lo que podríamos dividir esos 47 puntos por dos y quedarían en 23,5. Pero aún así serían punteros. Brasil cuenta con 5 representantes; si lo lleváramos también a 3 como el resto de los países, mantendría el segundo puesto con 22,2. Vale mencionar que dos de los ocho grupos han disputado un encuentro menos, y entre ellos está Santa Fe, pero también hay allí equipos de varios países, de modo que todos podrían sumar.

El escalafón nos dice algunas cosas. Efectivamente, el fútbol uruguayo local, de club, languidece desde hace años, aunque no lo veíamos tan revelador como lo indican los números, que son inobjetables.

Los clubes orientales, antiguamente fuertes protagonistas, llevan 27 años sin conquistar la Copa y salvo un par de honrosas excepciones (Nacional, semifinalista en el 2009; Peñarol, finalista en el 2011), las participaciones han sido de pobres hacia abajo.

Además, nunca ganaron la Copa Sudamericana, la Mercosur o la Conmebol, cuando estas últimas se disputaban. En esos 27 años, medios que estaban debajo, como Colombia (dos veces), Paraguay (también dos), Chile y Ecuador tuvieron equipos campeones. Colombia incluso ubicó a Nacional, América y el Cali como subcampeones; Paraguay a Olimpia en tres ocasiones y a Nacional de Asunción; Ecuador a Barcelona por partida doble; Chile a Universidad Católica, Perú a Sporting Cristal.

En la actual edición, Nacional de Montevideo y Danubio (perdió sus cuatro partidos) ya están eliminados. Queda Wanderers para defender el prestigio. Esto refleja una realidad: Uruguay sigue produciendo buenos jugadores, lo que le permite tener una selección competitiva, pero los transfieren demasiado jóvenes al exterior y los clubes no tienen cómo luchar contra sus vecinos del continente. Los comentarios de los foristas son aún más duros que los del columnista. Uno de ellos, bajo el seudónimo de Stoke.s, señala: “Esto indica la realidad del fútbol local uruguayo, somos de las peores ligas de fútbol; y ojo que la selección le ganó a Marruecos con mucho sufrimiento y mediante un penal inexistente”. En general, el tono de los participantes es igualmente crítico.

Esa tabla califica también como muy llamativo el noveno puesto de Colombia, defendido con los 6 puntos de Santa Fe, los 5 de Nacional y el único del Caldas. Lo creíamos más a Nacional, ha sido escuálida su participación hasta ahora, aunque clasifique. Le pasó lo que a River, finalista en la Sudamericana, se derrumbó en la Copa Libertadores.

River empató sus dos enfrentamientos con Juan Aurich y perdió con San José. Después de coronarse en diciembre, volvieron a acecharlo los fantasmas internacionales al cuadro de la banda roja; su karma histórico. Pero aún tiene posibilidades de avanzar de ronda.

Los números ratifican una tendencia que se venía insinuando en los últimos tres años: el grave retroceso del fútbol venezolano a nivel de club. Volvieron a las viejas épocas de equipos malos, totalmente vulnerables, sin equivalencias con sus rivales. Los tres –Táchira, Zamora y Mineros– van últimos en sus grupos, sin victorias y con ocho derrotas en once presentaciones.

En todo caso, lo del fútbol uruguayo es una característica que engloba a toda la región: muy superior el nivel de selección que el de clubes. Siempre hay excepciones, pero la realidad es que juntar once buenos que están en el exterior es menos problemático que mantener a las pocas figuras en cada país. Además, las asociaciones tienen buena infraestructura para entrenar, contratan a técnicos de jerarquía y se manejan con una logística muy superior a la de los equipos. El Maestro Óscar Tabárez es un entrenador consagrado, puede disponer de todos los futbolistas uruguayos en el mundo, tiene un centro de alto rendimiento (Uruguay Celeste) con las mejores instalaciones y todas las prerrogativas de preparación. En cambio, los clubes uruguayos se manejan en una modestia espartana. Son mundos diferentes.

Estamos persuadidos de que el balompié actual es superior en todo al de hace 40 años o más. No obstante, las copas de antes eran más difíciles en tanto los grandes cracks sudamericanos permanecían en sus países, no iban a Europa. O al menos jugaban muchos años aquí.

Recordamos al Universitario de 1972 de Chumpitaz, Percy Rojas, Cachito Ramírez, Chale; el Colo Colo del 73 con Caszely, Chamaco Valdés, el Pollo Véliz, Sergio Ahumada, Leonel Herrera, todos mundialistas… El San Pablo del 74 con Pedro Rocha, Toninho, Zé Carlos, Chicao, Terto, Mirandinha… Independiente con Bochini, Bertoni, Pavoni, Santoro, Pastoriza, Galván, el Zurdo López, Sá… El Cruzeiro del 76 contaba con Nelinho, Jairzhino, Palhinha, Joaozinho… Entre Nacional y Peñarol mandaron al Mundial de México 17 jugadores a la selección. Todos estaban plagados de nombres importantes.

El universo actual es totalmente diferente. Menos rutilante. Y cada nueva edición de la Copa evidencia que, aun estando muy lejos de sus pares europeos, los clubes argentinos y brasileños hacen mucha diferencia con el resto. Por infraestructura, popularidad, tradición, posibilidades económicas y potencial deportivo. Y lo que se advierte es que progresivamente se van alejando del resto, mientras en materia de selecciones la parábola es inversa: se acercan cada vez más. (O)

«En la actual edición, Nacional de Montevideo y Danubio ya están eliminados. Queda Wanderers para defender el prestigio.»

Triunfo de Emelec en Chile

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Casi medio siglo esperó Emelec para festejar otra victoria en Chile por la Copa Libertadores. Al partido ganado 0-1 el martes anterior, con gol de Miler Bolaños a la Universidad de Chile, le precedió una victoria millonaria en el estadio Nacional de Santiago sobre Católica, la otra escuadra universitaria de la capital de los araucanos.

Fue por el Grupo 3 como juego de fondo de una programación doble que tuvo como preliminar la caída 3-2 de Barcelona ante Colo Colo. El 22 de marzo de 1967 Emelec formó con Ordeñana; Romanelly, Chalén (cedido por Norteamérica de Guayaquil), Maridueña, Mina; Pulido (Héctor Morales), Bolaños; Delgado Mena, Merizalde, Gauna, Rodríguez (prestado por otro club porteño, Español, para el torneo internacional).

En el banquillo estaba Fernando Paternoster, en su sexta y última temporada en el comando del Ballet Azul. Al argentino le quedaban tres meses de vida antes de transformarse en una leyenda eléctrica, fundamentalmente por el estilo vistoso y ofensivo que implantó.

“El aplauso cerrado con el que el público chileno despidió al vicecampéon ecuatoriano, Emelec, es la mejor prueba del alcance técnico que alcanzó la victoria sobre Católica”, escribió Ricardo Chacón García, enviado especial de este Diario.

El periodista destacó que el puntero manabita Delgado Mena “se convirtió en el terror de sus marcadores, creándoles problemas irresolubles y anotando dos goles”.

La apertura del marcador llegó a los 30 minutos cuando Víctor Adriazola le cometió una falta dentro del área a Rodríguez. El juez peruano Arturo Yamasaki decretó penal y Delgado Mena no falló. “A partir de ese momento Emelec destrozó al rival”, reseñó Chacón.

“El segundo tanto fue producto de una serie de pases sucesivos entre Rodríguez y Gauna, este dejó pasar la pelota hacia la derecha y Delgado Mena, que entraba velozmente, conectó tremendo disparo que batió rotundamente a Godoy”, se indicó. Luego descontó Rómulo Betta para los chilenos.

“Todo Guayaquil conoce cómo juega el equipo cuando está inspirado, y hoy jugó su fútbol, el de las grandes jornadas. El planteamiento salió bien, cada jugador cumplió su misión. En el fútbol uno propone y Dios dispone”, declaró en los vestuarios Paternoster.

La agencia AFP calificó a la dupla del uruguayo Polaco Gauna y al Pibe Bolaños como “el nervio motor” de Emelec y los creadores de “las mejores jugadas”; también a Delgado Mena lo llamó “un atacante incisivo y certero en la finiquitación”.

Se resaltó, además, “el lucimiento personal” del guardameta Ordeñana y al aguerrido Cholo Chalén porque el zaguero brilló “rompiendo juego y dándose el lujo de cabecear sobre hombres más altos”. (D)

Datos coperos
Contra los chilenos

Tres goles de Gauna
En la Copa Libertadores de 1967 hay otro resultado memorable de Emelec. Es el triunfo del 26 de abril 4-3 sobre Colo Colo, en Guayaquil. Héctor Gauna le hizo tres tantos a los chilenos y el restante fue de Felipe Mina. Gauna, apodado el Polaco, había jugado en Nacional de su Uruguay natal, Estudiantes de La Plata y destacó en el América de Quito.

Cinco de Raymondi
Ante Emelec, Universidad Católica de Chile sufrió una de sus derrotas más calamitosas en la Copa Libertadores. El 22 de febrero de 1962 cayó 7-2 en el estadio Modelo. Cinco de los goles eléctricos fueron de Enrique Maestrito Raymondi.

La confirmación
Para demostrar que el resultado positivo de 1967 no fue una casualidad, en 1968 Emelec enfrentó, por el Grupo 3, a Universidad de Chile y a Católica en la Libertadores. Con el primero empató en Santiago a 0, y con el segundo a 1 (gol del charrúa Beltrán Sosa). Emelec se ubicó segundo de la llave y fue el primer club nacional en pasar de ronda en la Copa.